Uno de los miradores más icónicos de Bucaramanga, una ciudad intermedia colombiana, se llama ‘Papi Quiero Piña’. Y no es en vano: la piña (Ananas comosus) es una de las frutas por las que países como Brasil y Colombia son reconocidos como tropicales. Su sabor dulce y el alto contenido de agua que tiene la hacen la fruta perfecta para quitar la sed en un par de bocados.
Se cree que la piña es originaria de Sudamérica, de alguna región cercana a Brasil, Paraguay y Argentina, aunque su lugar de origen preciso no se conoce. Lo que todos conocemos es su característico color amarillo, pero, ¿sabías que existe una variedad de piña cuya pula es rosada?
¡Sí! Se la conoce como piña rosé y es cultivada en Costa Rica. Este característico color se lo otorga su alto contenido de lipoceno, un pigmento orgánico o carotenoide que también le da el color rojo a los tomates.
- Alrededor del 89% de la piña es agua, por lo cual es un duirético natural.
- Su alto contenido en la enzima bromelina ayuda a metabolizar más fácilmente los alimentos, pues ayuda a la producción de jugos gástricos.
- La bromelina también la hace útil como tratamiento auxiliar para tratar algunos tipos de infecciones, como la cistitis, e infecciones laríngeas y faríngeas.
- Se ha demostrado que ayuda a producir autofagia en células cancerígenas en el cáncer de mama.
- El alto consumo de piña también ha mostrado ayudar a reducir el riesgo de ataques cardíacos y problemas cariovasculares.
¿Quedaste antojado con tantos beneficios? ¡Conoce aquí cómo preparar unas deliciosas albóndigas rellenas con piña!