Algunos pensarán que la calabaza es poco más que una decoración de Halloween. Octubre es el momento de repensar esta planta nutritiva y regordeta; un alimento denso en nutrientes, rico en vitaminas y minerales, y bajo en calorías.
Las semillas de calabaza, las hojas y los jugos tienen un poderoso golpe nutricional. Hay muchas formas de incorporar la calabaza a los postres, sopas, ensaladas, conservas e incluso como sustituto de la mantequilla.
Alrededor de este delicioso y nutritivo fruto existen diferentes historias y datos curiosos que te sorprenderán, aquí te los contamos.
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Ayuda a regular la presión arterial
Según el Medical News Today, comer calabaza es bueno para el corazón. El alto contenido de fibra, potasio y vitamina C en la calabaza contribuye a la salud del corazón.
Los estudios sugieren que consumir suficiente potasio puede ser casi tan importante como disminuir la ingesta de sodio para el tratamiento de la hipertensión o presión arterial alta.
El aumento de la ingesta de potasio también se asocia con un menor riesgo de accidente cerebrovascular, protección contra la pérdida de masa muscular y preservación de la densidad mineral ósea.
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Existen más de 850 especies de calabazas
Si algo caracteriza a esta hortaliza carnosa es la variedad de colores, tamaños, sabores y formas. La más antigua que se conoce es de hace unos 10 mil años y su origen es Mesoamérica, más exactamente Oaxaca. Ahí fueron domesticadas para disminuir el sabor amargo de la pulpa y aumentar el tamaño del fruto. Hoy se consumen en todo el mundo.
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La historia de Halloween empieza con nabos y NO con calabaza
La tradición irlandesa comenzó con nabos y NO con calabazas. Los irlandeses convertían nabos tallados en lámparas en alusión a la leyenda de Jack o’Lantern, cuya historia cuenta sobre un hombre tacaño llamado Jack que hizo un pacto con el diablo y se vio condenado a rondar por la noche eterna, iluminando su camino con un trozo de carbón dentro de un nabo tallado con agujeros.
Los irlandeses al llegar a Estados Unidos, después de la gran hambruna encontraron en el nuevo país un fruto más fácil de tallar: la calabaza, cuya cosecha coincide con la celebración de Halloween en otoño.
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La calabaza puede protegerte y fortalecer tu inmunidad
La pulpa de calabaza y las semillas son ricas en vitamina C y betacaroteno. Estos ofrecen un impulso al sistema inmunológico mediante una poderosa combinación de nutrientes.
El betacaroteno se convierte en vitamina A. Esto desencadena la creación de glóbulos blancos que combaten las infecciones.
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Existen calabazas resistentes a virus
Un poca cantidad de calabazas fueron genéticamente modificadas para que sean resistentes a un virus que las ataca, las enferma y acaba rápidamente con ellas. Los mejoradores desarrollaron una calabaza más resistente a este virus y crecen en pocas hectáreas en EEUU. Hasta ahora solo se siembran mil hectáreas. Entre las variedades mejoradas están el calabacín verde, el amarillo y el crookneck amarillo y solo se producen en Hawaii.
Cómo incorporar la calabaza en tu dieta
El pastel de calabaza es una de las formas más dulces de incorporar los beneficios de la calabaza en tu dieta. Asegúrate de hacer un puré de calabaza en lugar de comprarlo previamente hecho.
Si bien la variedad de calabazas que usualmente terminan convertidas en una linterna de gato es perfectamente comestible, lo mejor es cocinar las variedades más dulces y más pequeñas de calabaza.
Asegúrate de que la calabaza tenga unos pocos centímetros de tallo y que sea dura y pesada para su tamaño. Puedes almacenar las calabazas sin cortar en un lugar fresco y oscuro por hasta 2 meses.
Aquí hay algunos consejos simples para incluir la calabaza en tu dieta:
- Has tu propio puré de calabaza en lugar de comprar enlatado.
- Usa puré de calabaza en lugar de aceite o mantequilla en cualquier receta para hornear.
- Prepara una receta rápida combinando yogur griego, puré de calabaza, miel, canela y cacao en polvo.